En el disco duro de un ordenador se encuentran digitalizados todos los programas de su funcionamiento. El ADN es muy similar a ese disco duro, aunque todos sus programas contienen información, en este caso, de forma química. El resto de la maquinaria celular lo podemos comparar al resto de tarjetas, circuitos y periféricos que ponen en marcha dichos programas.
En el ADN celular se encuentran todo tipo de programas. Es como si el disco duro del ordenador contuviera todos los programas posibles, aunque rara vez se usen todos. Si sólo son usados unos cuantos, la célula se comporta como célula nerviosa; si en cambio, se utilizan otros distintos, la célula se comporta como célula ósea, y así sucesivamente. Cada tipo celular conlleva el uso de ciertas partes del ADN mientras el resto se encuentra sin utilizar, normalmente total o parcialmente bloqueado.
Se puede decir que cuanto menos bloqueo se produzca en el ADN de una célula, más célula madre es. Así, puede hablarse de células madre totipotentes, pluripotentes, multipotentes o unipotentes según el menor o mayor grado de ADN bloqueado.

En el ADN de una célula hay genes que están transcripcionalmente activos (encendidos) y otros inactivos (apagados). Esto es lo que caracteriza que sea de un tipo celular u otro.
El bloqueo de parte de los programas que contiene el ADN puede producirse por diferentes causas internas (metilaciones en el ADN o cambios conformacionales en su estructura, determinados metabolitos celulares…) o también por causas externas a la misma, sobre todo ambientales, que la célula percibe a través de ciertos receptores e inducen el bloqueo en el ADN en el núcleo.
Normalmente todos esos cambios están controlados por un grupo significativo de genes que también se encuentran en el ADN. Se conocen algunos de ellos, y me atrevo a pronosticar que todavía van a aparecer unos cuantos más porque aún se desconoce en gran medida la propia autoregulación funcional del ADN celular. En ocasiones, esta autoregulación se descontrola y la célula se avería, produciendo un cáncer u otra enfermedad, o una malformación congénita.
A veces es posible reprogramar el ADN. Algo así como realizar un Reset del disco duro para que la célula produzca un desbloqueo de los programas. Esto es lo que se consigue en la reprogramación celular con la obtención de células madre pluripotentes inducidas (iPS).
Está claro que el ADN tiene mucho que ver con las células madre (y con todo el resto de tipos celulares).
Se puede usar el ADN y células madre para sanar ,o calmar dolores de enfermedades ? Saludos
Se puede usar el ADN y células madre para sanar ,o calmar dolores de enfermedades ?
Como idea de concepto puede ser, pero los problemas “técnicos” que supondría ponerlo en marcha y que funcionara son múltiples y muy variados: tipo de enfermedad, tejidos y órganos concretos dónde afecta la enfermedad, producción del número suficiente de células “sanas” para corregir la enfermedad, etc…
Por ejemplo:
Si es una enfermedad genética y poniéndonos en el caso más sencillo, que sea por el defecto o mutación en un solo gen, el método, hoy día, más simple y eficaz es realizar una edición genética (corregir el ADN concreto de ese gen) en células extraídas del paciente del tejido que provoca la enfermedad, realizar la corrección en un nº importante de las mismas ( un gran nº de ellas) y volverlas a introducir para que arreglen total o en parte los efectos de la enfermedad.
Si en la extracción de células del paciente, podemos separar de entre ellas las que son “madres” (multi o unipotentes) y provocamos en ellas el cambio y las reintroducimos será más fácil que éstas se reproduzcan y generen toda una estirpe de células reparadas y, así, el defecto quedará corregido total o parcialmente.
El problema general es que la mayoría de enfermedades genéticas son multigénicas (son muchas partes del ADN que no funcionan o lo hacen deficientemente ) y esas múltiples mutaciones ya vienen de fábrica (desde la constitución del embrión) y, además, en muchos casos no están identificadas todas las partes del ADN (los genes totales) que influyen en el desarrollo de la posible enfermedad. En este caso, echar mano de las células madre del propio paciente no tiene mucho sentido (también están averiadas en su ADN) y recurrir a otro proveedor (otra persona sana) para que las proporcionara podría generar problemas de rechazo inmunológico por el receptor (problema principal de los transplantes).
En cuanto al alivio del dolor provocado por una enfermedad el problema es que hay que actuar sobre el sistema nervioso y sus muy especializadas células ( neuronas) y sobre todo en su acción metabólica productora de unos neurotransmisores con los impulsos que provocan algunos de los cuales son responsables de la sensación de dolor. Muy complicado, de momento y también con bastantes lagunas de su conocimiento íntimo. Es más fácil recurrir a fármacos que lo alivian que buscar la vía de células madre y/o posibles modificaciones del ADN.
Aunque nunca digas nunca jamás.
Hoy por hoy, las células madre se utilizan sobre todo para la investigación básica: para conocer los genes que las hacen madres, para analizar qué genes se silencian y que genes se expresan en cada una de las etapas de la diferenciación celular, para estudiar los mecanismos que provocan esos silencios y/o expresiones génicas…. Y de ese modo intentar averiguar cómo funciona el genoma como sistema de genes interrelacionados. Y eso es importante para posibles aplicaciones futuras de los conocimientos que se obtengan.